domingo, 13 de septiembre de 2015

Cartas sin entregar III, corregida y entregada (Agosto)



Quería disculparme contigo.

Si, la has regado mucho; si, te has portado por debajo de lo esperado; si, estás harto; si, estás enojado conmigo, furioso.
Yo también la he regado, y en mi desesperanza y desesperación, yo también he estado furiosa y tampoco me he comportado a la altura. ¿Qué tú estás peor que yo? Si lo creo. Que tú necesitas más apoyo que yo, también. Mi psicóloga dice que cuando las cosas están mal uno no se deshace de ellas y las manda al carajo, sino que las arregla, esta soy yo tratando de arreglarlas.

Me he portado mal porque no te debí haber dicho lo del cáncer hasta después de que tu habías terminado todo, debí darte la opción de elegir que querías; fui muy egoísta en mi afán de no dejarte estar con una enferma por lástima, cuando todo era un espiral y no un tornado. Ahora cargas culpa y enojo y lo puedo ver  y yo no quise pensar en todo ese dolor que ibas a sentir hasta ahorita, solo pensé en el mío y fui egoísta, y tú lo fuiste no dejándome ir cuando dijimos que no había que saber del otro, pero ahora yo te pegué bajo, así como tú me pegaste a mí, diciendo que no querías nada más conmigo, supongo que estamos a mano. Y ahora… ahora estamos lastimados y mareados y enojados con el otro y todo está en juego y todo el futuro es incierto. Hace poco oí la frase que ningún evento es único y exclusivo y que todo se repite. Creo en eso, al menos porque estamos exactamente como hace 5 años, la única diferencia es que la que decidió no verte más ahora soy yo. Y aunque estamos infinitamente mejor con respecto el uno del otro que hace 5 años, en mi pecho hay un hueco que me abruma y enfrente de mi hay mucha oscuridad, y delante de ti hay un tornado que no sabes a donde te va a llevar, y lo que no era personal se ha vuelto personal.

 Sin embargo eres mi familia, no solo porque fuiste mi pareja por 7 años y medio, sino porque fuiste mi mejor amigo mucho tiempo (¿recuerdas eso?) eres la persona con la que conscientemente creé un lazo que duraría ¿y sabes qué? “A LA FAMILIA NUNCA SE LE ABANDONA” no te tiene caer bien siempre, pero no la abandonas. Y yo no te voy a abandonar, me voy a alejar porque tu recuerdo en estos momentos no me ayuda, tu cercanía no me ayuda porque me lastima y me entristece, me preocupa la crisis en la que estás (espero que te hayas ya dado cuenta)me angustia mucho el daño, la culpa y el castigo que solito te estás imponiendo y como dijiste, primero hay que sanar nosotros; si te tengo cerca no voy a lograr hacerlo y no se si tenga tiempo para perder, por eso te estoy devolviendo no solo lo que tenía tuyo, sino los regalos que me diste, porque ahorita no los puedo ver. Se que no voy a perder tiempo odiando a la gente a la que quiero, pero tengo que dejar de sentir coraje y dolor por ti, tengo que esperar que todo el tejido que está en carne viva cicatrice, porque vivir a flor de piel es horrible con tantas heridas. Tú tienes que hacer lo mismo, tienes que dejar de estar enojado conmigo para poder empezar desde cero.

 Hace tres días pensaba que nunca te iba a volver a ver, no quería volver a verte, ahora solo, no quiero verte, pero por fin recuerdo la promesa de estar en la vida del otro aunque no necesariamente como pareja, por fin la veo clara y creo que se puede lograr (eso obviamente considerando que todo vaya a estar bien de mi lado y que al final tu también quieras). Quiero que sepas que te he perdonado por el daño que me hiciste, y espero que tu me perdones por el daño que te hice, que te quiero, que me importas, que me gustaría que estés en mi vida, que disfrutaría ser tu amiga, que lamento no haber visto antes mis errores y que si esto lo pude haber evitado, me hubiera gustado hacerlo.

Discúlpame por herirte y hacerte sentirte culpable, no fue mi intención; sin embargo la regué cabrón haciendo las cosas como las hice. Pero para mi tampoco es miel con hojuelas, y aunque no creo que sea cierto que desde el año pasado ya no sentías nada por mi (lo se por la manera en la que me veías incluso el día del metro,  hay cosas que no se esconden, como el amor por ejemplo, también podría explicarlo con ejemplos pero no es momento) no es fácil recibir una bofetada así.

Me voy a hacer a un lado, hasta que sane y te pueda ver con gusto, sin expectativas y podamos empezar desde cero, y quiero que te sientas con la libertad de buscarme cuando creas que puedes verme sin que sea doloroso para ti, cuando tú también estés dispuesto a vernos y ver qué sucede sin expectativas. Ya la decisión no está atada a mi solamente, si me quieres en tu vida ahí estaré, y lo digo en serio, como amigos, como todo eso que siempre alardeamos y los dos creímos; si logramos eso habremos llegado  más lejos que nadie más de todas las parejas que hacíamos menos porque lograremos ser familia, ser amigos y ser nosotros como individuos. Si tú logras curar tu dolor y quieres verme, escríbeme, y yo haré lo propio cuando lo haya logrado. Quiero que seas feliz, esa es mi última voluntad de aquí a que se demuestre lo contrario, quiero que dejes salir todo ese coraje, que lo pierdas, quiero ver al David que eras antes de todo este huracán, aunque no sea conmigo. Toma decisiones, mejórate por favor, se de nuevo el David que a todos nos mueve, ¡celebra que eres libre!
Si cuando te busque no te interesa, solo dime que ya no estás interesado y te dejaré ir, no es obligatorio que volvamos a vernos. (Tendremos que ser prudentes solo si nos topamos en eventos donde estén incluidos Xchel y Mariela)

Le había pedido a Mariela que fuera discreta con respecto a lo que le contaba, pero de ahora en adelante si quieres saber de mi salud, sólo pregúntale y ella tiene carta blanca para decirte lo que crea conveniente, pero pregúntale tu, tiene que salir de ti, porque no es justo tenerla de asistente médica. Si decidieras no volverme a ver, haz lo que quieras con mis cosas, pero guarda mi dragón que te cuidará y será tu dragón de la guarda si algo me pasa (además sirve que te acuerdas de mí y eso). Si decides que lo de iniciar otro círculo es posible más adelante guarda todas mis cosas para que me las devuelvas (excepto la endemoniada caja de los gatos, esa no la quiero volver a ver).Nadie más podría guardar esas cosas más que tú.

Quiero que sepas que a partir de este momento y por mi parte tú y yo estamos en paz, (no quiero decir que no duela y no sienta miedo, quiero decir que pasará lo que tenga que pasar), por fin y por primera vez en varios meses creo que estamos bien tú y yo, al menos de este lado; se feliz, y no me olvides y si es posible no uses toda la Cool Water, que me gustaría disfrutarla al menos un poco.

No sé cómo despedirme más que diciendo que le pedí a nuestro amigo “el Cuervo” una señal de si nos volveríamos hablar o ver en paz y desde ese día tu hermano me ha mandado mensajes y correos. Honestamente no sé qué me haya querido decir.      

                                                                       Valar Morghulis         
                        “y al final quiero verte de nuevo contento, sigue dando vueltas si aguantas de pie.”

jueves, 10 de septiembre de 2015

Cartas sin entregar III (agosto) versión 1



Hace poco oí la frase que ningún evento es único y exclusivo y que todo se repite. Creo en eso, al menos porque estamos exactamente como hace 5 años, creo que la única diferencia es que la que decidió no verte más ahora soy yo. Te estoy devolviendo todo lo que tengo porque honestamente, ahorita no puedo ver nada que se relacione contigo, nuestra última plática me ha roto. En mi muy dañada perspectiva fue cruel, pero lo peor de todo, es que creo entender de donde viene todo esto. Sin embargo no quiero reprochar, mi carta no es para hablar de nuestra inexistente relación, ni de mi enfermedad, ni de nada de eso. Si no de ti.

Mi psicóloga dice que cuando las cosas están mal uno no se deshace de ellas y las manda al carajo, sino que las arregla y pese a lo mucho que te quiero odiar en estos momentos y en que ahora soy yo con un mini-tú en mi cabeza, te quiero y quiero que estés bien. En estos momentos en que al parecer mi salud va a ir en decadencia, no tengo tiempo para odios estúpidos hacia la gente que quiero. Al final, eres mi familia, no solo por haber sido mi pareja, sino por haber sido mi amigo y no cualquier amigo (fuimos los mejores ¿recuerdas?), y una persona a la que yo decidí unirme en un nivel espiritual.

No sé qué va a pasar con nosotros, si te voy a volver a ver en buenos términos en algún momento, ni nada, me gusta pensar que cuando todo este dolor se vaya, vamos a poder ser amigos, en realidad me lo imagino, solo que la fe no es lo mío ahorita.

Cada vez que recuerdo la plática del viernes, y todas las últimas que hemos tenido, me doy cuenta que el no vernos es lo mejor para mí y para ti,  que si había pospuesto este momento desde que te volví a hablar cuando murió mi abue es porque estoy muy preocupada por ti. Todo el tiempo resuenan en mi cabeza los comentarios  “he sido una pésima pareja” “no puedo tenerte esperando” “voy a pagar por todas mis pendejadas” “probablemente me arrepienta de esto” “ya no estaba en la relación, creo” “sigo cagándola” “no me intentes subir el ego, se lo mucho que la he regado” “no fui todo lo que dices” “siempre he manipulado a la gente y regresan” y por otro lado tu enojo contra mí que no es contra mi completamente sino contra ti y muchos ejemplos más me hacen ver lo mal que la estás pasando. Lo mucho que sobre analizas nuestra relación buscando que pasó y las conclusiones que cambias cada dos semanas. Todo el coraje que tienes es natural, yo lo siento, pero el tuyo viene desde hace mucho tiempo atrás. Y estas castigándote o demeritándote por algo, no entiendo porque, puedo ver que sientes mucha culpa, y el hecho de que no te dije las cosas y que no puedes estar conmigo porque fue tu decisión (el terminar) lo empeora, aunque racionalmente sea lo mejor para ambos. Nunca te había visto así, la vez pasada la que entró en crisis fui yo, supongo que ahora te toca a ti. Me preocupas mucho, porque lo único que deseo para ti es que estés bien y que encuentres la paz otra vez, y que sin importar lo que pase estés con la gente que quieres y que te quiere. Que encuentres a alguien con quien estar que te de lo que yo no pude y que seas feliz. Pero tienes que empezar a encarar a tus demonios, y responsabilizarte de las cosas David, confío en ti y en lo cabrón que eres.
Tu no eres un hombre que le gusta ser cruel con los demás, al menos nunca lo fuiste conmigo, pero yo no soy la única que se ha sentido agredida por ti y eso lo sé. Tú mismo decidiste cambiar eso hace mucho, no lo hagas otra vez. Cuando tu dejas de ver a una persona o te deja de interesar como algo, simplemente lo cortas todo por la paz y el cariño y que te importe la persona no es motivo suficiente para hacer que te quedes, la vez pasada sucedió así. Y con personas que has querido muchísimo has cortado la relación de manera tajante por menos y el cariño no ha sido motivo para quedarte y sin embargo a mí no me querías dejar ir por completo, querías seguir teniendo contacto y sé que lo hubieras seguido teniendo por mi salud si te lo hubiera permitido. No digo que me quieras como pareja porque sería muy tonto, pero sé que tus palabras eran más para alejarme que porque las sintieras en ese momento.

Quiero que seas feliz, esa es mi última voluntad de aquí a que se demuestre lo contrario, quiero que dejes salir todo ese coraje, que lo pierdas, quiero ver al David que eras antes de todo este huracán, y lo sabes, aunque no sea conmigo. Los dos tenemos que curarnos, tú mismo lo dijiste, y ya veremos que sucede después, no hay mucho más que pueda decirte, toma decisiones, mejórate por favor, se de nuevo el David que a todos nos mueve, ¡celebra que eres libre! Y si la vida lo quiere nos veremos en algún otro momento y empezaremos ese nuevo círculo y si es así, si logramos eso habremos llegado  más lejos que nadie más de todas las parejas que hacíamos menos porque lograremos ser familia, ser amigos y ser nosotros como individuos. Y si aún es nuestro destino que nos veamos devuélveme lo que es mío (mis regalos) de todos los objetos que te regresé (lo único que por favor no tires si decides no verme nunca es el dragón)
Si para este momento decides ahora tu no saber de mí, haz lo que quieras con todo, solo recuerda que si me muero, tener esto podría ser mi recuerdo además de los 200,000 pesos que son tuyos. Lo único que no quiero ver nunca más es la caja rosa, por favor. Te lo estoy devolviendo porque solo tú puedes cuidar esas piezas que fueron nuestras mientras yo no las puedo tener o si me pasara algo.

No sé cómo despedirme más que diciendo que le pedí a nuestro amigo “el Cuervo” una señal de si nos volveríamos hablar o ver en paz y desde ese día tu hermano me ha mandado mensajes y correos. Honestamente no sé qué me haya querido decir.      

                                                                       Valar Morghulis         
                        “y al final quiero verte de nuevo contento, sigue dando vueltas si aguantas de pie.”