martes, 29 de marzo de 2011

Encadenada

Te hice sueño efímero
volcado en mis pasiones y deseos
te convertí en manto de estrellas
en un espasmo de anhelos
Prisón de cadenas voluntarias
perdida en la crueldad de tu mirada
ahogada en tu mano criminal
y silenciada en tu aliento letal
Maniatada a mi propio deseo
golpeada a mi propia satisfacción
desgarrada por la verdad que yo quise negar
mi piel se abre en el latigazo de la realidad
Tortura sanguinaria puesta por mi misma
vencida por la débil carne, y la inferioridad
del enemigo me abruma.
Sin gotas de sangre, sin nada que llorar,
 yo me he atado sola al abismo oscuro, precipitandome a la daga de tus besos,
aventandome con los ojos cerrados a tu mirar