sábado, 2 de febrero de 2008

Una noche solitaria (I)

Camino la noche oscura, sola como hace tantos siglos.... Me detengo a disfrutar el olor del café en las pequeñas cafeterías que aun siguen abiertas en el centro de la ciudad, el aire huele a invierno y veo como algunos mortales se acercan unos a otros. Tienen frío, yo no.
Fui de caza.


Sigo caminando, viendo iglesias y edificios antiguos; me cobijo en mi gabardina, no porque tenga frío si no porque me gusta la sensación en contra de mi cuerpo. No recuerdo ni siquiera, la última vez que sentí frío.
Recuerdo a mis inmortales que tanto amo y recuerdo que hace mucho no los veo; no podemos estar juntos mucho tiempo, nunca hemos podido estarlo, así es nuestra naturaleza, solitaria.


Durante un par de meses, he estado vigilando a un humano que creo mas inmortal que a muchos; me seduce, me induce a él, me invita a tomarlo, pero en cuanto me acerco lo suficiente me pone una barrera; si, creo que es mas inmortal de lo que él cree.
Pone imágenes en mi cabeza, tan gráficas que me ruborizo y me sonrío para mi misma al solo imaginarlo.
Sería un excelente compañero para volverlo lo que yo soy, ¡oh! lo que yo soy ....un ser tan tentador, tan exquisito... piel. Sangre. Seducción. Me perdí en mis pensamientos. ¿Qué decía?


Me lo imagino como mi compañero de caza, como mi cómplice. Me imagino compartiendo momentos de intimidad a su lado, robándo vida con él. Me detengo. Siento algo o a alguien detrás de mi. Nadie... pero... ahí estaba, observándome, ¿quién era? Huyó demasiado rápido para percibirlo. Sigo mi camino, con las manos dentro de las amplias bolsas de mi gabardina, encuentro algo dentro, ¡oh! la textura es suave; ¡claro, los cigarros que hace tanto llevo en la bolsa! Saco uno, juego con él, me sonrío y sigo caminando. Llego al aparador de una librería y veo el último libro de Anne Rice, no lo he comprado, lo haré después.


Siento que nuevamente está parado detrás, pero al voltear nuevamente, no está. Esta vez mi "mortal" me deja entrever sus pensamientos. Conozco ese edificio; es un Hotel de los 70's ubicado a unas cuadras de donde me encuentro, tiene un hospedaje ahí, lo rento esta noche y me espera ahí. Mi deseado amigo, ¿qué no sabes lo letal que puedo ser para ti? Soy más que un vampiro y te puedo cazar de tantas maneras, no me provoques, eres demasiado hermoso para ponerte de esa manera en mis brazos.
Soy peligrosa, aunque ya he calmado mis ansias de sangre; pero aun te puedo tomar en esencia, en vida, en conocimiento y en carne....


Llego al edificio, hay una luz tan hermosa reflejada de la luna y la calle es tan sombría, que casi puedo imaginar el bosque a mi alrededor. No. Solo edificios. Siento una mirada, el me mira desde el 5to piso, fumando, en un gesto tan felino, me sonríe. "llegas rápido" percibo, mi respuesta, "soy rápida". Me invita a trepar, a volar, a escalar para alcanzarlo, me está retando, quiere sabe de lo que soy capaz; lo miro, sonrío y tomo el elevador para llegar hasta su cuarto. No tengo que tocar, abre la puerta justo antes de que toque. Se sienta en la cama y me invita sentarme junto a el. Con la mano me niego. El se levanta, me toma de la misma y me sienta a su lado.


"Te he esperado" me dice mentalmente, otra vez. "Te he deseado" respondo mientras me muerdo los labios y siento como una gota de sangre escurre; reacciono por su mirada impresionada y algo asustada y me ruborizó. El lo nota y se acerca a mi, me besa, tocando con sus labios la sangre. -Entonces tomame- por primera vez rompe el silencio que nunca se había roto entre los dos. -No juegues querido, esto es solo un juego, para mi eres solo carne de juego, no me provoques que puedo acabarte en un momento- me separo de él con un leve movimeinto de mis brazos, sin dejarlo de ver a los ojos.

-No te creo preciosa, tan mentirosa como tentadora; si fuera así ya habrías acabado conmigo pero no lo has hecho- se burla, sabiendo que dice la verdad, mientras me toca la mejilla, es un engreído. Por eso me encanta. Apaga la luz principal y deja solo una pequeña lámpara encendida.
-Te gusto mas que los demás mortales, por eso no me haces nada, ni siquiera te atreverías ha estar conmigo una noche entera, sabes que puedo ser tu cómplice y tu solo quieres pensar en tomar lo que quieres- en un gesto felino y rápido me avienta a la cama, pero yo logro saltar el obstáculo, poniendo la cama entre los dos.
-Tu no eres completamente mortal, lo sabes, por eso me gustas, pero no significa que quiera algo mas de ti- Digo mientras me sacudo la gabardina con un aire ofendido, sabiendo que aunque  el deseo por el me ciega, tiene razón, el sabe que lo visualizo, como compañero ocasional de caza, de cama, lo imagino como amante mortal... mortal, a fin de cuentas.
-Entonces, ¿a que le temes, mi princesa guerrera?- Se me acerca peligrosamente. Apago la luz, salto a su lado, lo beso. Ahora si; que la noche nos cuide de lo que pueda pasar.
 

Akasha, desde un hotel de la ciudad.