Hace poco oí
la frase que ningún evento es único y exclusivo y que todo se repite. Creo en
eso, al menos porque estamos exactamente como hace 5 años, creo que la única
diferencia es que la que decidió no verte más ahora soy yo. Te estoy
devolviendo todo lo que tengo porque honestamente, ahorita no puedo ver nada
que se relacione contigo, nuestra última plática me ha roto. En mi muy dañada
perspectiva fue cruel, pero lo peor de todo, es que creo entender de donde
viene todo esto. Sin embargo no quiero reprochar, mi carta no es para hablar de
nuestra inexistente relación, ni de mi enfermedad, ni de nada de eso. Si no de
ti.
Mi psicóloga
dice que cuando las cosas están mal uno no se deshace de ellas y las manda al
carajo, sino que las arregla y pese a lo mucho que te quiero odiar en estos
momentos y en que ahora soy yo con un mini-tú en mi cabeza, te quiero y quiero
que estés bien. En estos momentos en que al parecer mi salud va a ir en
decadencia, no tengo tiempo para odios estúpidos hacia la gente que quiero. Al
final, eres mi familia, no solo por haber sido mi pareja, sino por haber sido
mi amigo y no cualquier amigo (fuimos los mejores ¿recuerdas?), y una persona a
la que yo decidí unirme en un nivel espiritual.
No sé qué va
a pasar con nosotros, si te voy a volver a ver en buenos términos en algún
momento, ni nada, me gusta pensar que cuando todo este dolor se vaya, vamos a
poder ser amigos, en realidad me lo imagino, solo que la fe no es lo mío
ahorita.
Cada vez que
recuerdo la plática del viernes, y todas las últimas que hemos tenido, me doy
cuenta que el no vernos es lo mejor para mí y para ti, que si había pospuesto este momento desde que
te volví a hablar cuando murió mi abue es porque estoy muy preocupada por ti.
Todo el tiempo resuenan en mi cabeza los comentarios “he sido una pésima pareja” “no puedo tenerte
esperando” “voy a pagar por todas mis pendejadas” “probablemente me arrepienta
de esto” “ya no estaba en la relación, creo” “sigo cagándola” “no me intentes
subir el ego, se lo mucho que la he regado” “no fui todo lo que dices” “siempre
he manipulado a la gente y regresan” y por otro lado tu enojo contra mí que no
es contra mi completamente sino contra ti y muchos ejemplos más me hacen ver lo
mal que la estás pasando. Lo mucho que sobre analizas nuestra relación buscando
que pasó y las conclusiones que cambias cada dos semanas. Todo el coraje que
tienes es natural, yo lo siento, pero el tuyo viene desde hace mucho tiempo
atrás. Y estas castigándote o demeritándote por algo, no entiendo porque, puedo
ver que sientes mucha culpa, y el hecho de que no te dije las cosas y que no
puedes estar conmigo porque fue tu decisión (el terminar) lo empeora, aunque
racionalmente sea lo mejor para ambos. Nunca te había visto así, la vez pasada
la que entró en crisis fui yo, supongo que ahora te toca a ti. Me preocupas
mucho, porque lo único que deseo para ti es que estés bien y que encuentres la
paz otra vez, y que sin importar lo que pase estés con la gente que quieres y
que te quiere. Que encuentres a alguien con quien estar que te de lo que yo no
pude y que seas feliz. Pero tienes que empezar a encarar a tus demonios, y
responsabilizarte de las cosas David, confío en ti y en lo cabrón que eres.
Tu no eres
un hombre que le gusta ser cruel con los demás, al menos nunca lo fuiste
conmigo, pero yo no soy la única que se ha sentido agredida por ti y eso lo sé.
Tú mismo decidiste cambiar eso hace mucho, no lo hagas otra vez. Cuando tu
dejas de ver a una persona o te deja de interesar como algo, simplemente lo
cortas todo por la paz y el cariño y que te importe la persona no es motivo
suficiente para hacer que te quedes, la vez pasada sucedió así. Y con personas
que has querido muchísimo has cortado la relación de manera tajante por menos y
el cariño no ha sido motivo para quedarte y sin embargo a mí no me querías
dejar ir por completo, querías seguir teniendo contacto y sé que lo hubieras
seguido teniendo por mi salud si te lo hubiera permitido. No digo que me
quieras como pareja porque sería muy tonto, pero sé que tus palabras eran más
para alejarme que porque las sintieras en ese momento.
Quiero que
seas feliz, esa es mi última voluntad de aquí a que se demuestre lo contrario,
quiero que dejes salir todo ese coraje, que lo pierdas, quiero ver al David que
eras antes de todo este huracán, y lo sabes, aunque no sea conmigo. Los dos
tenemos que curarnos, tú mismo lo dijiste, y ya veremos que sucede después, no
hay mucho más que pueda decirte, toma decisiones, mejórate por favor, se de
nuevo el David que a todos nos mueve, ¡celebra que eres libre! Y si la vida lo
quiere nos veremos en algún otro momento y empezaremos ese nuevo círculo y si
es así, si logramos eso habremos llegado
más lejos que nadie más de todas las parejas que hacíamos menos porque
lograremos ser familia, ser amigos y ser nosotros como individuos. Y si aún es
nuestro destino que nos veamos devuélveme lo que es mío (mis regalos) de todos
los objetos que te regresé (lo único que por favor no tires si decides no verme
nunca es el dragón)
Si para este
momento decides ahora tu no saber de mí, haz lo que quieras con todo, solo
recuerda que si me muero, tener esto podría ser mi recuerdo además de los
200,000 pesos que son tuyos. Lo único que no quiero ver nunca más es la caja
rosa, por favor. Te lo estoy devolviendo porque solo tú puedes cuidar esas
piezas que fueron nuestras mientras yo no las puedo tener o si me pasara algo.
No sé cómo
despedirme más que diciendo que le pedí a nuestro amigo “el Cuervo” una señal
de si nos volveríamos hablar o ver en paz y desde ese día tu hermano me ha
mandado mensajes y correos. Honestamente no sé qué me haya querido decir.
Valar
Morghulis
“y al final quiero verte de nuevo contento, sigue dando vueltas si
aguantas de pie.”
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