Despierto sobresaltada, sabiendo que algo ocurre, los ataques de estos seres de oscuridad han aumentado en estos últimos días... Todo es un caos y los humanos ni cuenta se han dado de esto.
El último ataque ocurrió hoy hace unas horas, Arnot y yo los vimos, Lorelei estaba con nosotros, ella los vio, reflejados en los espejos, detrás de los edificios.
Con el afán de provocar mi molestia, me revelaron la muerte de un inmortal, un sacrificio para calmar los ataques. Nadie sabía a quien habían elegido, pero nadie hizo nada por averiguarlo. Todos decidieron "conservar la calma". Yo estoy muy débil para evitarlo... a mis inmortales amigos, no les importa.. sumidos en su propio egoísmo individual y en la preparación de ellos mismos, nuevamente nos olvidamos de los demás... inclusive de nuestra propia raza....
Llego a mi casa, con el pensamiento de que nosotros somos iguales a los humanos, merecemos morir... aún no hacemos nada por los demás, y ya deberíamos tener listo nuestro ejercito y haber empezado a predicar el cambio de éste mundo.
Me pongo frente al ordenador, tratando de averiguar como saber quien es el elegido por el mal, para ser sangre de sacrificio.. por todos los inmortales y humanos del mundo, quien nos dará la extensión de la guerra, que se supone empezaría en unos años.
Pongo algo de música. De la nada comienza una canción que nunca había oído ni la idea de tenerla en mi ordenador... una canción llamada "Desde mi cielo", mi mirada se nubló, las lágrimas empezaron a brotar, mis oídos, mi cabeza no podían creer lo que oían, dos frases tan perfectas develaron el cruento destino.... "Se que la culpa os acosa, y os susurra al oído pude hacer mas", primer golpe.. sabía que era un adiós, un inmortal que amaba y me amaba se despedía en la oscura y fría noche de enero, pero aún no llegaba a mi la respuesta a la pregunta del quien.
"Desde mi cielo os arropare en la noche, y os acunare en los sueños, espantare todos los miedos ", alguien me decía algo parecido desde muchos años atrás, alguien que yo amaba con toda mi alma. Mareos, lágrimas, dolor, y al final la comprensión.
Aquel al que yo llamaba "el Anciano" aunque en realidad no tenía mas de 28 años mortales... yo siempre lo había visto igual, como la mayoría de los inmortales cuando alcanzamos la madurez corpórea... Aquel ser que ha sido mi maestro, guía, amado, protector, amigo y cualquier título que yo necesitara se estaba despidiendo.
Caí de bruces, lo entendí todo, nadie haría nada por el, ninguno de los ángeles caídos que el había protegido desde hace tantos años, haría nada por el, ni siquiera su amada Akasha, que no tenía ahora fuerzas ni para ponerse en pie. El moriría en su cuerpo físico, para calmar las ancias de sangre de todos los malditos y de todos los caídos de verdad.
Ninguno de los ángeles terrestres que el amaba, cuidaba y conocía, aunque ellos apenas tuvieran noticias de él iría a salvarlo... y aun pienso si el lo hubiera permitido.
El dolor.. demasiado, las lágrimas derramadas en sangre, la muerte... la sentí como si hubiera sido la mía. El se despedía de mi y me pedía seguir viviendo, sin el, cumpliendo mi misión, y viendo como los demás la cumplían... El que era el único que me mantenía en pie en los momentos mas difíciles, el que nos protegía a todos, por la fe que nos tenía, el que sin conocerlos siquiera ha dado su vida por los demás...
El único de nosotros que de verdad ha entendido el porque estamos aquí.... el único que podía salvarnos de cualquier dolor... ha sido sacrificado por nosotros, traicionado, y olvidado... ni siquiera conocido.
El cielo llora su pérdida, la tierra tiembla en su honor... y solo espero que aquellos por los que ha muerto le den un minuto de silencio y hagan lo que deben hacer, porque tanto él como yo confiamos en ellos, si Dios confía en nosotros ¿porque nosotros no podemos hacerlo?
El universo se viste de luto, y yo, muero con él, pero lo que de él se queda.. queda entre nosotros y me ayuda a renacer, en lo que el esperaba de mi, yo le lloraré, mientras cargo con la culpa de su muerte. Espero que todos valoremos este sacrificio...y unas palabras se eleven al cielo en su honor por cada uno de nosotros, ya que desde ahí el nos protegerá.
QUE SU MUERTE SIRVA DE ALGO GUERREROS E INMORTALES... QUE EL VERDADERO SACRIFICIO, SE VEA REFLEJADO Y QUE DE AHORA EN ADELANTE ENTIENDAN LO QUE EL HA HECHO POR NOSOTROS.
Dios te lleve a la victoria Roberto!! Nosotros nunca te olvidaremos.